Los andamios son estructuras temporales que sirven para garantizar el acceso de forma segura a lugares en altura. Son por lo tanto sistemas de protección colectiva. Este tipo de instalaciones se encuentran expuestas a distintos factores que pueden provocarle desplazamientos, así como caídas o desplomes de la propia estructura.
Este tipo de acciones pueden evitarse llevando a cabo un buen diseño, así como un correcto uso y mantenimiento. Con el fin de evitar estas situaciones que pueden poner en peligro la seguridad y la salud de los trabajadores y en base al Real Decreto 2177/2004 se debe realizar el plan de montaje, uso y desmontaje del andamio. Este plan deberá ser redactado por una persona con la formación universitaria habilitante para tal fin.
Estudiar, evaluar y diseñar el andamio
Este documento debe estudiar, evaluar y diseñar el andamio desde su montaje, su utilización, así como si posterior desmontaje.
En la fase inicial de diseño se deberá realizar un estudio pormenorizado del lugar de la instalación; haciendo especial hincapié en las zonas de apoyo y las zonas de anclaje. Los lugares de apoyo del andamio deberán ser firmes y estable para evitar desplazamientos. Las zonas de anclaje deberán aportar la garantía suficiente para evitar el vuelco o desplazamiento del andamio. Una vez diseñado e instalado una persona con la formación habilitante deberá certificar que el montaje se ha realizado conforme se ha proyectado.
Tras el montaje y su posterior certificación, el usuario podrá comenzar a trabajar sobre el andamio con todas las garantías de seguridad. Para ello deberá consultar el plan de montaje, uso y desmontaje donde se indican los preceptos de utilización, ahí se indican las medidas de seguridad a seguir durante su uso, así como la periodicidad en los relativo a las inspecciones durante la utilización del andamio.
Por lo tanto, la mejor forma de evitar las caídas o desplazamientos de andamios es llevar a cabo un buen diseño, hacer un buen uso y mantenimiento de los andamios.
