certificación energética

Certificación Energética de la Vivienda

Si estás considerando la compra o alquiler de una propiedad, es natural que te surjan dudas esenciales: ¿Cómo estimar cuánta energía consumirá la futura vivienda? La respuesta radica en comprender y obtener el certificado de eficiencia energética.

¿Qué implica el certificado de una vivienda?

El certificado de eficiencia energética se presenta como una herramienta crucial para promover la transparencia y la eficiencia en el mercado inmobiliario español. Proporciona información detallada sobre el consumo de energía y las emisiones de CO2 asociadas, lo que ayuda a los consumidores a tomar decisiones más conscientes y sostenibles al elegir una vivienda.

En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático y la eficiencia energética, el certificado energético emerge como un elemento fundamental en la búsqueda de un futuro más sostenible.

Marco legal y procedimientos para obtener el certificado

El Real Decreto 390/2021 establece las condiciones técnicas y administrativas que rigen la realización de las certificaciones de eficiencia energética de los edificios y la correcta transmisión de los resultados obtenidos en este proceso.

El proceso para obtener el certificado energético de una vivienda se presenta como un trámite claro y accesible para los propietarios que desean conocer y mejorar la eficiencia energética de su hogar.

En primer lugar, es esencial contactar con un certificador autorizado. Esto se simplifica al encontrar un listado de certificadores en la Comunidad Autónoma correspondiente o en el Colegio Profesional de Arquitectos y Aparejadores de la provincia.

Una vez localizado el certificador, se procede a solicitar un presupuesto y agendar una cita con el técnico cualificado designado. Este profesional realizará una inspección exhaustiva de la vivienda para recopilar información administrativa básica, como la ubicación de la propiedad y datos generales del edificio en el catastro, así como facturas pasadas para evaluar el consumo energético.

La siguiente fase implica llevar a cabo una auditoría energética in situ. Durante esta etapa, el técnico recopilará datos sobre las características físicas del edificio, como su orientación, exposición exterior y sistemas internos, identificando cargas mecánicas, de agua y eléctricas.

Una vez completada la auditoría, el técnico utilizará un software autorizado por el Ministerio de Industria para realizar los cálculos de eficiencia energética y elaborar el informe correspondiente. Este informe no solo presentará los resultados de la evaluación, sino que también incluirá recomendaciones de mejora y la calificación de eficiencia energética, representada por una letra entre la A y la G.

¿Qué implica la calificación de eficiencia energética?

La calificación de eficiencia energética, representada por una letra entre la A y la G, proporciona una visión clara del rendimiento energético de la vivienda:

  • A: implica un coste mínimo, apenas perceptible en la factura, lo que se traduciría en pagar aproximadamente 35€, casi lo mismo que por el mantenimiento del servicio.
  • B: representa un gasto considerablemente menor que la media, aunque no llega al mínimo. Esto sería alrededor de 35 a 45 euros.
  • C: indica un gasto por debajo de la media, aunque cercano a esta cifra. En euros, sería aproximadamente de 45 a 55 euros.
  • D: se sitúa en la media, pero en el lado más bajo. Por ejemplo, si la media es de 60 euros, una calificación D significaría gastar alrededor de 55-60 euros al mes.
  • E: se encuentra en la media, pero en el extremo superior, oscilando entre 60 y 65 euros mensuales.
  • F: implica un gasto por encima de la media, alrededor de 65-75 euros.
  • G: supone un gasto bastante superior a la media, superando los 80 euros mensuales.

Finalmente, el certificado generado debe registrarse para su validación por parte de la Administración Autónoma local. Se entregará una copia original al propietario, quien deberá conservarla en su archivo durante al menos 10 años o hasta que sea necesario revalidarlo.

¿Es obligatorio el certificado energético?

El certificado energético se establece como un requisito ineludible para todos aquellos propietarios de edificaciones, ya sean viviendas unifamiliares, pisos o locales, que pretendan poner en alquiler o venta su propiedad. Esta normativa se aplica tanto a las construcciones recientes como a aquellas de más larga data que cambien de manos, imponiendo la necesidad de adquirir el certificado antes de anunciar la unidad para su comercialización.

Es imperativo que el certificado forme parte de la información suministrada por el vendedor o propietario al potencial comprador o inquilino antes de emprender cualquier negociación relativa a la transacción. Sin embargo, ciertos edificios están exentos de esta obligación.

Los edificios residenciales exentos del certificado energético son aquellos con una superficie útil total inferior a 50 metros cuadrados, así como aquellos utilizados durante menos de cuatro meses al año o por un tiempo limitado con un consumo de energía previsto inferior al 25% del consumo anual. En estos casos, se requiere una declaración del propietario que justifique el uso del inmueble para alquiler a corto plazo.

En resumen, la certificación energética de viviendas no solo es un requisito legal, sino una herramienta invaluable para los propietarios y potenciales compradores o inquilinos, proporcionando una guía clara para mejorar la eficiencia energética y reducir el impacto ambiental. Desde la transparencia en el mercado inmobiliario hasta la promoción de prácticas más sostenibles, el certificado energético es un paso clave hacia un futuro más consciente y respetuoso con el medio ambiente.

Andrés Vázquez Ferrete
Andrés Vázquez Ferrete
Ingeniero de edificación en Sermaco Levante

Técnico de producción de la delegación de Valencia en Sermaco Levante S. L., empresa líder en el sector de alquiler y venta de plataformas para trabajos en altura.

¿Cuál es la solución que mejor se adapta a tu proyecto? Contacta con nuestros especialistas