El Expo Hotel Valencia, inaugurado en 1984, fue un establecimiento emblemático en la ciudad, ubicado junto al centro comercial Nuevo Centro y cerca del antiguo cauce del Turia.
Durante décadas, fue un punto de referencia para turistas y eventos gracias a su ubicación estratégica y su accesibilidad. Sin embargo, cerró en 2021 debido a varios factores, como la creciente competencia de hoteles más modernos, la disminución de la demanda provocada por la pandemia de COVID-19 y la necesidad de costosas renovaciones que no se consideraron viables económicamente.
La rehabilitación del edificio para su uso nuevamente como hotel comenzó a mediados de 2023, con un plazo de obra estimado en 10 meses.
Rehabilitación de fachada
La rehabilitación de la fachada, aunque no es una tarea compleja por sus líneas rectas, ha presentado un desafío para la empresa encargada de la instalación de los andamios. Esto se debe a la necesidad de mantener las capas de materiales aislantes existentes, que no serán reemplazadas. El trabajo incluye la sustitución de ventanas y el reemplazo de juntas para garantizar la estanqueidad del sistema ante las inclemencias del clima, además de aplicar la capa final de pintura según los colores indicados en el proyecto.
Además, era esencial garantizar un suministro continuo de materiales a todas las plantas del edificio, lo que requirió la instalación de un andamio montacargas tipo pladur. Un aspecto clave en esta instalación fue asegurar que la estructura de apoyo soportara el peso del equipo y los materiales, por lo que la empresa adjudicataria realizó un análisis exhaustivo de la estructura existente. El estudio concluyó que la estructura soportaba las cargas establecidas sin necesidad de refuerzos adicionales.
Demolición de un lateral del edificio
En una tercera etapa de montaje, se planificó la utilización de andamios monomástiles para la demolición de un lateral del edificio, donde se encontraba uno de los letreros «Expo hotel», junto con las lamas que protegían la escalera de emergencia.
El proyecto final de andamios contempló el uso de andamios cremallera bimástiles y monomástiles, plataformas suspendidas y el montacargas mencionado para el transporte de materiales:
Un desafío adicional en la planificación de la obra fue la existencia en la fachada principal de una galería de 6 metros de ancho con claraboyas redondas distribuidas por toda su superficie. Este elemento impedía un montaje convencional, por lo que el departamento técnico tuvo que realizar un replanteo detallado. La posición de los motores de los andamios cremallera y su modulación debían alinearse con los huecos de las claraboyas, lo que fue una tarea compleja pero factible. Finalmente, tras un estudio cuidadoso, se logró la modulación adecuada, requiriendo una grúa de gran porte para su ejecución.
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